Las calles rebosaban de gente que cantaba, gritaba extasiada y daban miles de besos y de abrazos a los primeros soldados aliados que se cruzaban en su camino.
Las banderas de la Francia libre ondeaban por todas partes y las lágrimas de emoción corrían exaltadas por todos y cada uno de los rostros, París, por fin, había sido liberado.
Era tanto el gentío, tanta la masa humana que inundaba las calles aquella madrugada que, el avance de los blindados semiorugas, se veía entorpecido y ralentizado:
- ¡Jodíos gabachos...!- mascullaba con fastidio uno de los conductores tratando de esquivar al personal para no llevarse a ningún francés por delante, aunque ganas no le faltaban.
Aquellos Half-Tracks de fabricación americana habían arrollado a los defensores alemanes y atravesado la Puerta de Italia, luego, impulsados por el Capitán Dronne, que lloraba como un infante viendo las calles de su capital, marchaban directos hacia el Hotel de Ville.
Ninguno de los exaltados parisinos se había fijado en ello, pero los vehículos habían sido bautizados con nombres extraños.
No había entre ellos ningún: Argonaute o Redoutable.
Con brocha y pintura -no podía ser de otra manera- cada tripulación había bautizado a su blindado según su preferencia: Guadalajara, Brunete, Ebro, Santander, Belchite, Jarama, Teruel, Guernica, Madrid, España Cañí y Don Quijote, que eran todos nombres franceses de toda la vida.
En la plaza del Ayuntamiento la alegría alcanzaría el paroxismo.
Había cientos de hombres llorando, decenas de muchachas enloquecidas, niños saltando por todas partes y ancianos que se abrazaban.
Centenares de personas que rodeaban los camiones acorazados y se encaramaban sobre ellos para entregar flores y vino a los soldados.
Todo el mundo gritaba: ¡Vive la France...!
El periodista Pierre Crènesse usando una radio ilegal de la resistencia enviaba su crónica con el rostro arrasado de lágrimas:
- "Hoy es un día glorioso para Francia... Por fin, nuestros valientes soldados han podido liberar nuestra hermosa capital... Los soldados franceses han demostrado el honor, la gallardía y el valor a toda prueba..."- Crenesse tenía que detenerse para ahogar los sollozos- ... "Desde todos y cada uno de los rincones de Francia y de su imperio han acudido para liberar nuestra nación..."
Entonces le acerca el micro al soldado que tiene al lado.
El hombre se queda mirando al periodista y luego al micrófono, se rasca el bigotazo negro como la noche que luce bajo la nariz aguileña, apenas había entendido la mitad de lo que el gabacho le había dicho, mucho la France, mucho honeur y aquellas cosas, el hombre carraspea, mira al periodista como disculpándose y le dice a micro abierto:
- Mesié… Es que un servidor, es español...- una sonrisa entre inocente y pícara ilumina el bigote del soldado.
A Pierre Crenesse se le queda el cuerpo convertido en paté, nunca mejor dicho, con el micro temblando entre las manos y los ojos como dos platos de Talavera:
- ¿Espagnol...?- se dice- ¡c´est pas posible!
Luego, cabizbajo e incrédulo se aleja del soldado de los bigotes negros, que se ríe abiertamente y sin disimulo, Crenesse se niega a la evidencia de que, los que están liberando su amado París, son los mismos que le mataron al tatarabuelo François de la Rotonde en un lugar llamado Bailén.
Crenesse busca algún otro soldado al que poder entrevistar, preferentemente francés, pero aquella noche le va a resultar difícil encontrarlo.
Poco rato después, con los alemanes engrilletados y las calles llenas de gente celebrando la liberación, los soldados de los semiorugas de nombres españoles, pequeños, morenos, gritones, alegres, parlanchines y con pinta de peligrosos y que tenían ya a sus pies muchas botellas vacías, tras escuchar lo que su camarada de los bigotazos les había contado miraban con retranca al periodista, alguno soltaba una gracia ocurrente y todos se descojonaban de la risa.
Entonces, de no se sabe dónde, sacan la sempiterna guitarra que siempre acompaña a los españoles y empiezan a entonar, primero bajito, tímidos, pero luego a voces, una copla española.
Algo de una tal Carmela…
En memoria de los españoles que liberaron París.
A. Villegas Glez. 2011
Con brocha y pintura -no podía ser de otra manera- cada tripulación había bautizado a su blindado según su preferencia: Guadalajara, Brunete, Ebro, Santander, Belchite, Jarama, Teruel, Guernica, Madrid, España Cañí y Don Quijote, que eran todos nombres franceses de toda la vida.
En la plaza del Ayuntamiento la alegría alcanzaría el paroxismo.
Había cientos de hombres llorando, decenas de muchachas enloquecidas, niños saltando por todas partes y ancianos que se abrazaban.
Centenares de personas que rodeaban los camiones acorazados y se encaramaban sobre ellos para entregar flores y vino a los soldados.
Todo el mundo gritaba: ¡Vive la France...!
El periodista Pierre Crènesse usando una radio ilegal de la resistencia enviaba su crónica con el rostro arrasado de lágrimas:
- "Hoy es un día glorioso para Francia... Por fin, nuestros valientes soldados han podido liberar nuestra hermosa capital... Los soldados franceses han demostrado el honor, la gallardía y el valor a toda prueba..."- Crenesse tenía que detenerse para ahogar los sollozos- ... "Desde todos y cada uno de los rincones de Francia y de su imperio han acudido para liberar nuestra nación..."
Entonces le acerca el micro al soldado que tiene al lado.
El hombre se queda mirando al periodista y luego al micrófono, se rasca el bigotazo negro como la noche que luce bajo la nariz aguileña, apenas había entendido la mitad de lo que el gabacho le había dicho, mucho la France, mucho honeur y aquellas cosas, el hombre carraspea, mira al periodista como disculpándose y le dice a micro abierto:
- Mesié… Es que un servidor, es español...- una sonrisa entre inocente y pícara ilumina el bigote del soldado.
A Pierre Crenesse se le queda el cuerpo convertido en paté, nunca mejor dicho, con el micro temblando entre las manos y los ojos como dos platos de Talavera:
- ¿Espagnol...?- se dice- ¡c´est pas posible!
Luego, cabizbajo e incrédulo se aleja del soldado de los bigotes negros, que se ríe abiertamente y sin disimulo, Crenesse se niega a la evidencia de que, los que están liberando su amado París, son los mismos que le mataron al tatarabuelo François de la Rotonde en un lugar llamado Bailén.
Crenesse busca algún otro soldado al que poder entrevistar, preferentemente francés, pero aquella noche le va a resultar difícil encontrarlo.
Poco rato después, con los alemanes engrilletados y las calles llenas de gente celebrando la liberación, los soldados de los semiorugas de nombres españoles, pequeños, morenos, gritones, alegres, parlanchines y con pinta de peligrosos y que tenían ya a sus pies muchas botellas vacías, tras escuchar lo que su camarada de los bigotazos les había contado miraban con retranca al periodista, alguno soltaba una gracia ocurrente y todos se descojonaban de la risa.
Entonces, de no se sabe dónde, sacan la sempiterna guitarra que siempre acompaña a los españoles y empiezan a entonar, primero bajito, tímidos, pero luego a voces, una copla española.
Algo de una tal Carmela…
En memoria de los españoles que liberaron París.
A. Villegas Glez. 2011
Muy interesante, pero no hubo Halftrack llamado Belchite ni Jarama. Te dejo los nombres de los vehículos de la compañía
ResponderEliminarComposition de la 9ème Compagnie de combat "La Nueve" - Régiment de Marche du Tchad - 2ème DB
Section de commandement
Commandement Véhicule Nom du véhicule
Capitaine Dronne (Commandement) Jeep Mort Aux Cons
Lieutenant Granell (Adjoint de Compagnie)
Adjudant Valero (Adjudant de Compagnie) Half-Track Les Cosaques
1ère section
Commandement Véhicule Nom du véhicule
Sous-lieutenant Montoya (Chef de secteur)
Sergent Beliver (Chef de Groupe) Half-Track Don Quichotte
Sergent-chef Moreno (Adjoint secteur)
Sergent-chef Ducros (Chef de groupe) Half-Track Cap Serrat
Sergent Pujol (Chef de groupe) Half-Track Les Pingouïns
Sergent Gualda (Chef de groupe) Half-Track Madrid
Sergent Camons (Chef de groupe) Half-Track Guernica
2ème section
Commandement Véhicule Nom du véhicule
Sous-lieutenant Élias (Chef de secteur)
Sergent Cortés (Chef de Groupe) Half-Track Résistance
Sergent-chef Bernal (Adjoint secteur)
Sergent Lafitte (Chef de groupe) Half-Track Teruel
Sergent Callero (Chef de groupe) Half-Track Espana Cani
Sergent Solana (Chef de groupe) Half-Track Nous Voilà
Sergent Marty (Chef de groupe) Half-Track L’Ebre
3ème section
Commandement Véhicule Nom du véhicule
Sergent-chef Campos (Chef de secteur)
Sergent Blanco (Chef de Groupe) Half-Track Tunisie 43
Sergent-chef Reiter (Adjt sect/Chef de gpe) Half-Track Brunete
Sergent Morillas (Chef de groupe) Half-Track Amiral Buiza
Sergent Jiménez (Chef de groupe) Half-Track Guadalajara
Sergent Fabregas (Chef de groupe) Half-Track Santander
Section hors rang
Commandement Véhicule Nom du véhicule
Aspirant Cascaye (Chef de secteur) Camion
Sergent Ronchon (Comptabilité)
Sergent Mendelson (Bagages)
Sergent Ménager (Munitions) Camion
Cpl Paulnier (Cuisine) Camion
Adjudant Neyret (Dépannage)
Sergent Pavloff (Dépannage) Half-Track Recusse
fuente:http://www.24-aout-1944.org
Esta composition de equipage de los half track no es totalmente exacta : el jefe de grupo del Guadalajara, cuando entro en Paris el 24 de agosto de 1944 era el sargento jefe Marc de Possesse, un frances, antiguo soldado del ejercito colonial frances
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